
El formato se pierde al guardar en CSV (Comma-Separated Values) porque este tipo de archivo está diseñado para ser un formato de texto plano simple y está destinado principalmente para intercambiar datos entre diferentes aplicaciones. Algunos de los motivos específicos por los que se puede perder el formato al guardar en CSV son:
- Limitaciones del formato: Los archivos CSV sólo pueden almacenar datos en forma de texto y no soportan propiedades de formato como colores de celda, tipos de fuentes, bordes, columnas/filas fusionadas, ni cualquier otro tipo de formato avanzado que se podría encontrar en programas como Microsoft Excel o Google Sheets.
- Ausencia de estructura de hoja de cálculo: Un CSV solo contiene datos delimitados por comas (u otro delimitador, dependiendo del formato regional), por lo que no mantiene la estructura de celdas u hojas que tienen los archivos de hoja de cálculo como los XLS o XLSX.
- Exclusivamente datos: En un CSV, cuanto mucho, podrás conservar algún formato básico de texto si lo vuelves a importar en un programa que interprete ciertas configuraciones regionales (como números o fechas), pero las opciones de formato visual se pierden totalmente.
- Falta de soporte para fórmulas y funciones: Al exportar a CSV, las fórmulas y funciones personalizadas se computan y se almacenan solo los valores resultantes, no las fórmulas en sí.
Para preservar el formato, es mejor utilizar formatos que soporten estos elementos, como XLSX para Excel u ODS para LibreOffice. Sin embargo, si necesitas mantener el formato visual exacto en un archivo que sea fácil de compartir, podrías considerar alternativas como exportar a PDF, aunque esto no permitirá la edición de datos como lo haría un CSV.
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